De piratas sin tesoro

Estuve en un barco, que navegaba más las noches que los días, y alguna vez naufragó, pero salí bien parado, no así algunos miembros de la tripulación. Menuda gente.
Tuve amigos y otros conocidos piratas de los que no guardo malos recuerdos, ni buenos tampoco. A destacar una gata que subió a bordo de improviso, llamaba la atención sus largas pestañas. Nadie se percató de su presencia. Como buena felina era sigilosa, pero por la noche su llanto no me dejaba conciliar el sueño aunque nunca le vi llorar. Alguna vez traté de acercarme, era entonces cuando mostraba un lado amable, no huía, pero tampoco se fiaba, quizá no le interesaba hacerlo. Fue cuando entendí la incompatibilidad entre las razas animales. ¿Amigos felinos y piratas? sólo muy de vez en cuando, y eso que tienen más en común que muchos hombres con los hombres.
Una noche, el insomnio y la certeza de encontrar a aquel felino en cubierta me hicieron salir al encuentro, no sin antes proveerme de todo lo que sabía podía necesitar y disponía en mi camarote.
Como un muestrario de enseres y alimentos coloqué delante del animal todas mis posesiones que ahora quería regalar. Con y sin Ron supe leer cada contracción en sus pupilas. No necesitaba nada de eso, no gritaba un lamento por lo material. Su necesidad era tal vez...
Entendí que lo mejor sería regresarme, y como caridad me regaló una imagen, una herida abierta atrás en su costado, no era algo que se hubiese hecho en aquel barco, fue en tierra, lejos de allí.
Entre los enseres dispuestos no había objeto para su cura, no llevé alivio para ello, ni tenía intención de buscarlo, también mis pies me dolían. Entonces retirada, que no victoria.
Tampoco conseguiría mucho si preguntaba a Andrés cuánto de esa historia fue así, así que le pedí que me contará otra más, la última antes de irnos a dormir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Andrés es muy bueno contando historias...podría dedicarse a esto...seguro que le dan premios ;)

((me gusta))

Anónimo dijo...

Lo bueno de ser gato es que aunque te golpeen muy fuerte o te tiren desde muy arriba, pudes salir magullado y dolorido pero siempre caes de pie...

Anónimo dijo...

Si tiran al gato desde muy arriba cae de pie, pero si le golpean muy fuerte le duele igual que al resto.
((...La ventaja es que tiene más vidas...))