una carta arrugada

Llevaba así ya algún tiempo cuando entré en su casa, recibí su mensaje tarde y acudí lo más rápido que pude. Aguardaba en posición fetal en un rincón de la habitación, sin embargo su semblante no era de alguien que estuviese desesperado, o eso me pareció. Se incorporó con una leve sonrisa cuando me vio entrar, -"si me estuviese muriendo ya lo habría hecho" sonrió otra vez y me abrazó.

Después de darme las gracias por acudir a su llamada, se dirigió hacia su mesita de noche, sacando una hoja de papel arrugada color veige, como si hubiese sido apretada con fuerzas una y otra vez. -"¿qué es ésto?"-, no me dio tiempo a ojearlo cuando me la quitó de las manos, -"no importa, luego la podrás leer"

No hay comentarios: